lunes, 7 de marzo de 2016

PARAPSICOLOGÍA

I. Definición y objeto
La p. es una rama de la psicología general. Se ocupa de las impresiones y operaciones percepciones y acciones) del hombre — e incluso de los organismos vivos — que hasta el momento son inexplicables físicamente. El concepto fue propuesto en 1886 por Max Dessoir y hoy día se emplea internacionalmente. Los fenómenos de que se trata son llamados «parapsíquicos» o «paranormales»; el prefijo «para» da a entender que tales fenómenos se presentan o parecen presentarse al margen de los hechos de experiencia que nos son familiares y que podemos comprender mediante las categorías ordinarias de nuestra manera de entender el mundo.
La p. evita el término, empleado muchas veces, de «sobrenatural», que apunta a un concepto de naturaleza demasiado estrecho y condicionado por el tiempo.
Desde siempre se cuentan con notable homogeneidad hechos extraordinarios: informaciones sobre acontecimientos que no pudieron recibirse por los órganos normales de los sentidos; operaciones inexplicables sobre el mundo corpóreo. Se incluyen en el primer grupo: los sueños premonitores, que anuncian algo oculto en la actualidad o en el futuro, la proscopia y retroscopia, los presentimientos, las apariciones de muertos, la videncia; y en el segundo grupo: los anuncios de muerte mediante la ruptura de espejos, golpes, desaparición y reaparición de objetos; la pequeña y la gran obsesión y, sobre todo en las leyendas de los santos, la elevación sobre el suelo (levitación). El «gran misterio» que los hombres percibieron desde los tiempos más remotos, ha parecido oscilar por mucho tiempo entre el «-> milagro» por una parte y las operaciones o influjos «demoniacos» por otra (cf. -> posesión diabólica). La p. se propone investigar con métodos científicos los fenómenos en cuestión como «residuo no clasificado de nuestra experiencia» (William James). Aparte de los relatos acerca de hechos espontáneos extraordinarios («fenómenos espontáneos»), la observación de acciones extraordinarias intencionales — videncia de cosas ocultas, profecías, diagnósticos «mediales» de enfermedades, supuesta aparición y desaparición de objetos por encanto, etc. — ha conducido a distinguir dos clases o grupos principales de fenómenos, que pasan a ser tema de investigación científica:
1.° La cuestión de una experiencia (percepción) superior a la de los órganos sensoriales conocidos se investiga bajo tres modalidades: telepatía, videncia y predicción.
2.° La cuestión de un efecto dependiente del sujeto, físicamente inexplicable hasta ahora, sobre sistemas materiales; fenómeno que se llama psicocinesis o telecinesis.

Las tres modalidades de la «experiencia o percepción extraordinaria» se definen como sigue: la telepatía es transmisión de un proceso anímico (sensaciones, sentimientos, imágenes, ideas) de un sujeto a otro sin mediación de los órganos sensoriales conocidos; la videncia es la experiencia extrasensorial de una cosa no conocida por nadie: la predicción es el conocimiento anticipado de un hecho futuro, que no puede conocerse por vía normal, ni se produce como consecuencia de un presentimiento anterior. Esta última limitación se requiere para excluir acontecimientos que uno mismo causa consciente o inconscientemente por influjo de la fe en la exactitud de una «vivencia profética», a manera de una obsesión de cumplimiento. Así, p. ej., el sueño de un futuro accidente puede operar como tendencia determinante que lleva al accidente.




Psicología social y comunicación


La psicología social se ha interesado desde siempre por las interacciones y tensiones derivadas de la comunicación. Inspirándose en la comunicación y a su vez inspirándola, la psicología social hace un planteamiento original de los fenómenos sociales, políticos y cognitivos. Desde el punto de cruce en el que se sitúa dentro de las ciencias sociales, la psicología social explica a su manera los avatares de la decisión, sea ésta individual o colectiva. Por eso, tiene un papel central en el análisis de los fenómenos políticos y de todo lo que acontece en la vida de la ciudad.

Este número pone de manifiesto la relación que han mantenido a lo largo de los últimos cincuenta años la psicología social y las ciencias de la comunicación. Analizando el pasado y el presente, ideas comunes y acontecimientos extraordinarios, la psicología social interpreta la realidad histórica y cultural, que sólo se logra entender plenamente introduciendo el filtro de la comunicación y de sus representaciones.
Las actitudes, los comportamientos, las pasiones políticas, la racionalidad, la influencia o el poder son conceptos interrelacionados. La psicología social proporciona elementos que ayudan a su comprensión, en particular en lo que se refiere a los mecanismos que entran en juego cuando individuos y grupos elaboran representaciones y opiniones, y se comunican entre sí. Entender el engranaje que forman estos conceptos y estas realidades es elegir observar la sociedad teniendo presente permanentemente la eventualidad de un conflicto. Precisamente la originalidad del análisis psicosocial combinado con una perspectiva comunicativa es poder interpretarlos de forma dinámica.

Resúmenes

Serge Moscovici
La mirada psicosocial (Entrevista con Birgitta Orfali)
En la presente entrevista, Birgitta Orfali está interrogando a Serge Moscovici acerca de la especificidad de la mirada psicosocial. Más que subrayar la importancia de las teorías o de los conceptos de esta disciplina, se trata aquí de valorar una mirada que permita captar a la vez su originalidad y su impacto sobre unos campos que no son solamente los científicos.
Palabras clave: mirada psicosocial, minorías, mayorías, comunicación.
Ivana Marková
El dialogismo en psicología social
En el curso de su historia, la psicología social como disciplina se interesó poco por el lenguaje y la comunicación. Como ocurrió en psicología, el punto de partida de toda investigación fue más, en un primer tiempo, en el individuo o en uno mismo que en la interdependencia entre el individuo y el otro o entre el ego y el alter. El presente artículo expone el enfoque según el cual el dialogismo puede constituir un marco para los estudios de psicología social. La característica del dialogismo estriba en la capacidad del ser humano a concebir, crear y comunicar sobre las realidades sociales teniendo en cuenta al otro, es decir a otros individuos, a otros grupos, a otras comunidades y culturas. Las relaciones dialógicas se pueden transmitir entre las generaciones por intermedio de la memoria colectiva, de las instituciones y de las prácticas sociales. Por fin, se sugiere aquí que la teoría de las representaciones sociales está concebida a partir de la idea de dialogismo.
Palabras clave: dialogismo, ego/alter, comunicación, representaciones sociales.
Michel-Louis Rouquette
La «comunicación social»: entre pleonasmo y subversión
Para determinada psicología social, la sociedad no tiene sino efectos contextuales (más o menos importantes, por supuesto) sobre los procesos de tratamiento de la información. Así que la comunicación solo es «social» de manera coyuntural (finalmente podría no serlo) o de manera comúnmente pleonástica (lo es por definición). Según dicha concepción, la cognición individual es fundadora y finalizante, primera y última. Pero, al revés, numerosos trabajos sugieren la equivalencia entre comunicación, cognición y sociabilidad: hablar de una de esas nociones es necesariamente hablar de las dos demás así como trabajar la una en el marco de un dispositivo teórico y/o empírico riguroso es necesariamente trabajar las dos demás. De ello resulta unos efectos de conocimiento a menudo sorprendentes y a veces subversivos de la psicología social.
Palabras clave: comuncación social, propaganda, psicología social, rumores.
Éric Letonturier
Sociología de la redes sociales y psicología social: Tarde, Simmel y Elias
Presentada como alternativa a las opciones holística y atomística, la sociología de las redes sociales desarrolla, mediante diferentes índices de medida y técnicas de représentación, una metodología de análisis estructural de las relaciones sociales. En este marco, el trabajo de reconstrucción de la antigua genealogía de este paradigma privilegió las referencias teóricas consideradas como las en mejores condiciones de realizar la movilización operacional de la red como herramienta de medida. De esta forma quedaron negligidos los aspectos y desarrollos a los que esta noción estaba asociada en algunos autores elegidos y quedaron excluidos otros sociólogos que, sin embargo, ponían la misma noción en el corazón de su pensamiento. Partiendo de las respectivas contribuciones de Tarde, Simmel y Elias a la emergencia de la red, el presente artículo trata de examinar el fundamento psicosociológico que la sostiene así como la nueva concepción de la individualización que dicha emergencia conlleva en el marco de una teoría de la evolución histórica de las sociedades.
Palabras clave: red, Tarde, Simmel, Elias, individualización, psicología social.
Sandra Jovchelovitch
La función simbólica y la construcción de las representaciones: la dinámica comunicacional ego/alter/objeto
Cuando la mayoría de las investigaciones en torno a la psicología social de las representaciones subrayan los aspectos simbólicos y comunicacionales de estas últimas, subsiste una tendencia que contempla los procesos de representación en términos solamente cognitivos como si lo esencial en la representación fuera su articulación con un intento de re-presentar al mundo que nos rodea. El hincapié puesto en esta función de las representaciones que, de alguna forma, calcaría el mundo exterior, generó una corriente anti-representacional que perjudicaría la noción misma de representación. Este enfoque es incompleto porque no contempla dos aspectos: no puede dar cuenta de la capacidad ontogenética de la representación y no puede percibir su función simbólica. La génesis de las representaciones demuestra que estas últimas están organizadas en tríadas dialógicas ego/alter/objeto que dan forma a unas construcciones simbólicas en un vaivén entre personas, relaciones ego/alter y mundo. Con la comprensión de esta génesis dialógica, quedan consolidadas las funciones expresivas y dialógicas de las representaciones que, junto a la función epistémica, son parte integrante del proceso de construcción de los saberes.
Palabras clave: representación, función simbólica, relaciones dialógicas, relaciones ego/alter.
Pina Lalli
Representaciones sociales y comunicación
Estudiar la comunicación necesita plantear la cuestión de la articulación entre individuo y sociedad. Superando las metáforas «postales» o telegráficas de la transmisión de la información que presuponen la existencia de unos individuos aislados, el sociólogo Yves Winkin refiere a un «invisible colegio» de autores que señalan un enfoque que ayudaría a entender mejor las dinámicas concretas y las apuestas sociales de la comunicación. Habría que ampliar este «colegio» y, también en la perspectiva de Alfred Schutz, señalar el interés del enfoque de las representaciones sociales para entender como se elabora el sentido común. Así que el estudio de la comunicación puede llegar a ser contemplado como el análisis de uno o más ruedos donde se está librando batalla para conquistar posiciones y ganar influencia en el campo social con la finalidad de encontrar la «buena definición» de un sentido compartido.
Palabras clave: representaciones sociales, sentido común, comunicación




El trastorno esquizoide de la personalidad se caracteriza por un distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en la persona que la padece. Al igual que en la mayoría de los trastornos de la personalidad, estos patrones comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos.
Cómo se manifiesta
Existen siete criterios que configuran la personalidad del sujeto esquizoide, de los cuales deberá cumplir al menos cuatro para que le sea diagnosticado el trastorno. Son los siguientes:
  • Ni desea ni disfruta de las relaciones interpersonales, incluido el formar parte de una familia (No demuestran tener deseos de intimidad ni de formar lazos amistosos)
  • Escoge casi siempre actividades solitarias (Suelen emplear el tiempo en sí mismos, más que estar con otras personas)
  • Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona.
  • Disfruta con pocas o ninguna actividad (Suelen preferir actividades abstractas y mecánicas como juegos de ordenador y matemáticos)
  • No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado.
  • Se muestra indiferente a los halagos o críticas de los demás (Habitualmente muestran un aspecto "blando" sin reactividad emocional visible)
  • Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad (No suelen experimentar emociones fuertes de ira o alegría)
Cómo son estos sujetos
Una de las características más fáciles de reconocer en estos sujetos es que pasan la mayor parte de su tiempo encerrados en su habitación. En la vida cotidiana pueden tener dificultades especiales para expresar la ira, incluso en situaciones en que la provocación es directa. Sus vidas parecen no ir a ninguna parte y suelen reaccionar pasivamente incluso ante las situaciones más adversas. Por otro lado, su actividad laboral puede estar deteriorada si supone tratar con otras personas de cualquier modo, aunque en actividades laborales que se desarrollan en un ambiente aislado pueden desenvolverse bien. Además de todo esto, los sujetos esquizoides pueden experimentar episodios psicóticos muy breves (que duran minutos u horas) en respuesta al estrés. Finalmente, el trastorno esquizoide de la personalidad se suele observar simultáneamente con los trastornos de la personalidad esquizotípico, paranoide y por evitación.
Prevalencia
En cuanto a la prevalencia, el trastorno esquizoide es muy poco frecuente dentro del entorno clínico, se da más en varones que en mujeres y, en cuanto al patrón familiar, puede ser más prevalente en sujetos que tengan familiares directos con esquizofrenia o con trastorno esquizotípico de la personalidad, según el DSM-IV.


TRASTORNOS DEL SUEÑO
INSOMNIO
El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes de nuestra sociedad. Los expertos lo definen como la incapacidad para conciliar o mantener el sueño adecuadamente según las necesidades físicas de cada persona.

El insomnio no tiene nada que ver con el número de horas de sueño, ya que esto depende fundamentalmente de las características de cada sujeto y no pueden establecerse generalizaciones; los niños, los jóvenes, y quienes realizan esfuerzos físicos probablemente necesitan más horas de sueño que otros grupos de población. Aunque lo normal oscila entre las siete y las nueve horas, esta cifra varía en cada persona; recientemente incluso, un trabajo relacionaba las seis-siete horas de sueño con una vida más larga.
La Fibromialgia se asocia frecuentemente a insomnio pero también las personas sanas experimentan la aparición de dolor y fatiga a los pocos días de no descansar bien por la noche.
Si usted se identifica con alguno de los siguientes enunciados, es
probable que padezca insomnio:
  • Le cuesta conciliar el sueño.
  • Se despierta con frecuencia durante la noche y tiene problemas para volver a dormirse.
  • Por la mañana se despierta de repente, más temprano de lo habitual.
  • No tiene un sueño reparador y tiene la sensación habitual de que no ha descansado durante la noche.
HIPERSOMNIA
La hipersomnia es la presencia excesiva de somnolencia como mínimo durante un período de un mes. Esto se traduce en episodios prolongados de sueño nocturno o bien por la facilidad excesiva para conciliar el sueño durante el día.

Esta situación no se puede explicar por la presencia de insomnio y no aparece exclusivamente en el trascurso de otro trastorno, ni puede atribuirse a una falta de sueño. Sí puede ser, en cambio,consecuencia de una enfermedad que ya tiene el paciente o de la ingesta de fármacos. Enfermedades respiratorias, endocrino-metabólicas, renales, hepáticas, del sueño (como la narcolepsia), infecciones y estados febriles dan lugar a la hipersomnia. También es posible que la hipersomnia acompañe a los cuadros de 
Síndrome de Fatiga Crónica.
Para poner fin a la hipersomnia hay que tratar la enfermedad que la causa o retirar los fármacos que pueden producirla. Ultimamente han aparecido medicaciones eficaces para el control de la hipersomnia.
APNEA DEL SUEÑO
Apnea, una palabra de origen griego significa 'falta de respiración'. Esta enfermedad se caracteriza por la interrupción repentina de la respiración mientras se duerme y suele caracterizarse por losronquidos fuertes que se prolongan regularmente durante un tiempo hasta que son interrumpidos por un largo período de silencio en el que se corta la respiración (es la apnea).

Existen dos tipos de apneas, central y obstructiva. La apnea central es menos común, y se produce cuando el cerebro deja de enviar señales a los músculos encargados de la respiración. Por el contrario, en el caso de la apnea obstructiva, mucho más extendida, ni la garganta ni la nariz permiten que pase el aire necesario para respirar.

En condiciones normales los músculos de la garganta, que son los que permiten el paso del aire a los pulmones, se relajan durante la noche, dejando un espacio suficientemente ancho para que continuemos respirando. Sin embargo, en algunos individuos, estos músculos se cierran de tal manera que impiden la llegada de aire a los pulmones, lo que provoca los ronquidos y otras dificultades para respirar. 

 
Durante las fases en las que el sueño es más profundo, pese a que aún no se conocen del todo las causas, la respiración puede detenerse por un período de tiempo prolongado (algo más de 10 segundos), tras lo que se presentan intentos precipitados por respirar. Estos episodios de apnea suelen provocar un cambio a otra fase del sueño más ligera, lo que explicaría la somnolencia diurna que padecen estos pacientes. De hecho, muchos de ellos no son capaces de recordar estos episodios durante el día, y es necesario recurrir a los familiares y a otro tipo de síntomas
para reconocer el problema. Principalmente se reconoce por el cansancio y los dolores de cabeza durante el día, la pérdida de memoria, el aumento de peso, sensación de letargo o confusión etc, los altos niveles de presión arterial, y los ronquidos nocturnos.

Hay algunos factores que podría inducir a padecer apnea del sueño. La edad y la obesidad son algunos de ellos (aunque casi el 40% de las personas con este problema no son obesas), además, el consumo de alcohol o sedantes, la obstrucción nasal, una lengua larga, tener las vías respiratorias estrechas e incluso una cierta fisonomía del paladar o el maxilar podrían ser factores que incrementen el riesgo.
 
NARCOLEPSIA
Enfermedad que consiste en un exceso de sueño durante el día, incluso después de haber dormido bien por la noche. Es una patología que afecta entre el 0,2 y el 3 por mil de la población general en la que se han propuesto como predistonentes determinadas características genéticas (que puede consultar en este enlace externo) entre las que destacan la presencia en el genotipo de una persona de determinados genes HLA: HLA-DRB1*15, HLA-DRB1*16 y HLA-DQB1*06.
Los estudios efectuados en familias demuestran que la enfermedad se hereda como un rasgo autosómico recesivo y que el riesgo de padecerla se asocia estrechamente con la presencia de determinados alelos HLA clase II: DRB1*1501 y DQB1*0602.
Se trata una somnolencia incontrolada que se manifiesta mediante períodos de sueño frecuentes durante las horas diurnas. Las personas que padecen narcolepsia suelen tener sensación de sueño de forma constante y pueden quedarse dormidas de forma repentina. Aunque tras estas breves 'cabezadas' el sujeto suele sentirse más descansado, al poco tiempo vuelve a sentir la misma somnolencia; las horas más frecuentes suelen ser las que siguen a las comidas, aunque también puede ocurrir mientras se conduce o simplemente manteniendo una conversación.
La narcolepsia es un trastorno del sueño de origen neurológico. A veces la somnolencia es tan repentina y tan intensa que se denomina "ataque de sueño". Algunas personas pueden tener varios ataques de sueño durante el día. Los ataques de sueño pueden durar desde pocos minutos a más de una hora. Estos ataques tan bruscos e insuperables pueden confundirnos con un Síndrome de Fatiga Crónica.
Otros síntomas de la narcolepsia, que pueden o no aparecer en todos los pacientes, son:
  • Cataplejia:es la repentina y reversible disminución o pérdida total del tono muscular, habitualmente provocada por emociones intensas como la risa, el enfado o el miedo. El paciente permanece consciente durante la cataplejia.

  • Parálisis del sueño:es una incapacidad temporal para hablar o moverse cuando el paciente empieza el sueño, durante el sueño o cuando se despierta. Puede durar desde segundos a minutos.

  • Alucinaciones hipnagógicas:son experiencias muy difíciles de distinguir de la realidad y a menudo aterradoras, generalmente ocurren mientras la persona se queda dormida o al despertar.
Entre los enfermos existen grandes variaciones en el desarrollo, gravedad y orden de aparición de los síntomas.
El diagnóstico es relativamente fácil cuando todos los síntomas de la narcolepsia aparecen y un médico experto podrá diagnosticarla con un simple interrogatorio, pero si solo se presentan ataques de sueño y la cataplejia es suave o no ocurre, el diagnóstico es más difícil y a veces puede ser confundido con otros desórdenes.
Teniendo en cuenta que el diagnóstico de la narcolepsia se retrasa a menudo muchos años, es muy importante que el médico de atención primaria posea un actualizado conocimiento sobre los trastornos del sueño y así mismo que el paciente le proporcione una adecuada información sobre sus síntomas.
Su médico especialista del Institut Ferran de Reumatología realizará el registro poligráfico del sueño del paciente, el Test de Latencia Múltiple del Sueño y también decidirá la oportunidad de reslizar pruebas inmunogenéticas.
 
Aunque no existe cura para la narcolepsia, su tratamiento intenta controlar los síntomas que condicionan la vida familiar, social, laboral o escolar del paciente, cosa que se consigue en más del 70% de los casos.
El tratamiento es individualizado, depende de la gravedad de los síntomas y de las características del paciente. Así como los síntomas de la narcolepsia varían de una persona a otra, la respuesta a la medicación también varía.
Tanto las medicinas que su médico le recete como el estilo de vida del paciente son muy importantes. El principal tratamiento para el exceso de sueño son los estimulantes del sistema nervioso central. Para la cataplejia y otros síntomas relacionados con el sueño REM, se recetan antidepresivos.
Un programa de siestas cortas durante el día ayudan a controlar el sueño diurno, aunque estas no debe reemplazar el sueño nocturno.
La comunicación fluida entre el médico, el paciente y su familia sobre la respuesta al tratamiento es necesaria para alcanzar y mantener el control de los síntomas, así como para evitar o reducir los efectos secundarios del tratamiento.
 
PARASOMNIAS
Sucesos anormales que pueden aparecer mientras se duerme. Los más frecuentes son el hablar o los episodios de confusión al despertar. Se trata de un grupo de alteraciones muy variadas y, en general, bastante benignas, más típicas de la infancia o adolescencia, aunque a veces pueden durar y persistir en la edad adulta. También se incluyen en este grupo dolores diversos que producen despertares, taquicardias, sensaciones molestas como ahogo, o calambres en piernas durante la entrada en sueño. Al despertar se pueden producir terrores nocturnos; son típicos de niños, que se despiertan con sensación de pánico terrible, sudorosos y con taquicardia.
TRASTORNOS DEL RITMO CIRCADIANO
Todos los organismos vivientes siguen un ritmo. Por ejemplo, es común que la gente se despierte antes de que suene el despertador o que sienta hambre a la misma hora todos los días. Es como si un reloj interno funcionara de alarma. Estos procesos se conocen con el nombre de ritmo circadiano (del latín circa que significa alrededor, y dies, día).

Los ritmos circadianos se pueden ver trastocados por distintas alteraciones del sueño como: Síndromes de sueño retrasado y adelantado, síndrome por cambio de zona horaria o jet lag, dificultades para conciliar el sueño debidas a cambios en el turno de trabajo etc.


Disforia de género

    
Es una afección en la cual se presenta un conflicto entre el sexo físico de una persona y el sexo con el que ésta se identifica. Por ejemplo, una persona que físicamente es un varón puede realmente sentirse y actuar como una mujer. La persona está muy incómoda con el sexo con el que nació.

Causas

La disforia de género solía conocerse como trastorno de identidad de género.
Las personas con disforia de género pueden actuar como miembros del sexo opuesto. El trastorno puede afectar:
  • La elección de los compañeros sexuales
  • Amaneramientos, comportamiento y vestuario
  • La autoestima
La disforia de género no es lo mismo que la homosexualidad.
Es necesario que los conflictos de identidad continúen con el tiempo para considerarse disforia de género. La forma como ocurre el conflicto de género es diferente en cada persona. Por ejemplo, algunas personas pueden vestirse con ropas del sexo contrario, mientras que otras desean una cirugía de cambio de sexo. Algunas personas de un género secretamente se identifican más con el otro sexo.
Las personas que nacen con genitales ambiguos, lo cual puede generar inquietudes acerca de su sexo, pueden presentar disforia de género.
Se desconoce la causa de la disforia de género. Las hormonas en el útero, los genes y los factores sociales y ambientales (como la crianza) pueden intervenir. 

Síntomas

Los síntomas pueden variar por edades y son afectados por el ambiente social de la persona.
Los niños pueden:
  • Sentir desagrado por sus propios genitales
  • Ser rechazados por sus compañeros y sentirse aislados
  • Creer que ellos crecerán y llegarán a ser del sexo opuesto
  • Decir que desean pertenecer al sexo opuesto
Los adultos pueden:
  • Vestirse como si fueran del sexo opuesto
  • Sentirse aislados
  • Desear vivir como una persona del sexo opuesto
  • Desear deshacerse de sus propios genitales
Los adultos y los niños pueden:
  • Cambiar la forma de vestir y mostrar hábitos característicos del sexo opuesto
  • Sufrir depresión o ansiedad
  • Alejarse de la interacción social

Pruebas y exámenes

La sensación de estar en el cuerpo del género "equivocado" debe durar al menos dos años para hacer el diagnóstico. La historia clínica y una evaluación psiquiátrica pueden confirmar el deseo constante de la persona de pertenecer al sexo opuesto.

Tratamiento

Se recomienda terapia individual y familiar para los niños con el fin de crear un ambiente de apoyo en casa y en el colegio. Igualmente se recomienda terapia individual y, de ser apropiado, terapia de pareja para los adultos.
El cambio de sexo mediante la cirugía y la hormonoterapia son una opción, pero los problemas de identidad pueden continuar después de este tratamiento.

Expectativas (pronóstico)

El diagnóstico y tratamiento oportunos de este trastorno pueden reducir las probabilidades de depresión, angustia emocional y suicidio.

Cuándo contactar a un profesional médico

Solicite una cita con el médico si usted o su hijo tienen síntomas de este trastorno.

Nombres alternativos

Transexualismo; Transgenerismo